El Salar de Uyuni, ubicado en Bolivia, se erige como uno de los tesoros más asombrosos y destacados de Sudamérica, e incluso del mundo entero. Con una extensión de 10,582 kilómetros cuadrados en el Altiplano, este desierto salado es el más grande del planeta, resultado de la evaporación de antiguos lagos prehistóricos. Sus interminables extensiones de sal forman un paisaje único y cautivador, cubierto por patrones poligonales que se elevan desde el suelo [1].
Considerado como una meca para los viajeros de todo el mundo, el Salar de Uyuni es una experiencia que debe ser vivida al menos una vez en la vida. Para comprender la majestuosidad del Salar de Uyuni, es necesario retroceder miles de años, cuando este vasto terreno era un inmenso lago de agua salada. Hace aproximadamente 11,000 años, el lago más reciente, conocido como "Tauca", existía en esta región. Con el paso del tiempo y la evaporación del agua, sólo quedó una espesa capa de sal, que hoy se encuentra dispuesta en varias capas de hasta 10 metros de grosor. Esta impresionante profundidad de sal, que puede alcanzar los 120 metros, añade un elemento de asombro a esta maravilla natural [3].
Durante ciertas épocas del año, los lagos cercanos se desbordan y una fina capa de agua transforma la llanura salina en un impresionante espejo que refleja el cielo. Este fenómeno crea una visión deslumbrante, llevando a los visitantes a sentirse como si estuvieran caminando sobre el firmamento [1].
El Salar de Uyuni, con su inigualable belleza y singularidad geográfica, es un testimonio de la vastedad y diversidad de la Región Andina. Este extraordinario lugar se ha convertido en un ícono turístico y natural que atrae a visitantes de todo el mundo, dejando en sus corazones una huella imborrable de su esplendor [1][2][3].
Considerando lo anterior, el Parlamento Andino, consciente de la amplia riqueza y diversidad del patrimonio cultural de la región, así como de los valiosos aportes sociales, culturales y económicos generados por las manifestaciones patrimoniales, reconoció la importancia del Salar de Uyuni como un referente turístico y natural en la Región Andina [2].
Referencias:
[1] Unger, E. (s.f). Consejos de viaje: Salar de Uyuni, el desierto de sal más grande del mundo. https://www.nationalgeographic.es/viaje-y-aventuras/consejos-de-viaje-salar-de-uyuni-el-desierto-de-sal-mas-grande-del-mundo
[2]. Parlamento Andino. (2019). Título: Pronunciamientos que reconocen el Patrimonio cultural de la región. https://www.parlamentoandino.org/index.php/centro-de-documentacion/noticias/548-titulo-pronunciamientos-que-reconocen-el-patrimonio-cultural-de-la-region
[3] Ruiz, R. (2018). El salar de Uyuni, el desierto Blanco de Bolivia. https://www.eldiario.es/viajes/grandes_viajes/salar-uyuni-inmensidad-blanca-boliviana_1_2030244.html