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La feria de las alasitas, también conocida como la fiesta de la abundancia, es celebrada a finales de enero y principios de febrero en el Estado Plurinacional de Bolivia, principalmente en la ciudad de La Paz. Esta inicia oficialmente el 24 de enero al medio día y se une con la celebración de Nuestra Señora de La Paz. La festividad fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el 2017 y gira en torno a las tradiciones indígenas. [1]

Durante estas semanas, los ciudadanos bolivianos obtienen objetos en miniatura que representan lo que desean, como casas, alimentos, títulos profesionales y demás. Estos objetos se conocen como alasitas y en su mayoría son realizados por artesanos. La palabra alasita viene del pueblo indígena aymara y significa cómprame. [1] Según la Biblioteca Nacional de Chile “el pueblo aymara es hoy una de las etnias más importantes de Sudamérica - y actualmente - se distribuyen entre Perú, Bolivia y Chile”. [2] Es por esto que estas costumbres también se encuentran en otros países del continente como Perú, Argentina y Chile. [3]

Esta fiesta combina tradiciones indígenas y católicas, por lo que los ciudadanos, antes de ofrecer sus alasitas al Ekeko, deidad aimara de la abundancia, las llevan ante sacerdotes o ritualistas andinos para que las bendigan. [4] También es común que las personas intercambien alasitas entre sí simbolizando el pago de deudas o que incluso obtengan animales con algún significado como el búho para la sabiduría, los sapos para la suerte y los gallos para conseguir pareja. [1]

Hay quienes creen que esta tradición se conserva por el consumismo de las sociedades actuales y su deseo de tener todas aquellos bienes materiales que le ofrecer a Ekeko, sin embargo, esta tradición ha sido transmitida de generación en generación y se ha evidenciado como, por medio del simbolismo que acarrea, se estrechan relaciones sociales y se disminuyen las tensiones, especialmente entre clases sociales. Los principales responsables de conservarla han sido los ciudadanos quienes han recibido apoyo de diferentes instituciones como museos que ofrecen exposiciones que demuestran la importancia cultural de esta feria y organizaciones que realizan concursos municipales para fomentar la fabricación artesanal de las alasitas. [4]

El Parlamento Andino se une a esta celebración resaltando su importancia cultural y fomentando su preservación, así pone en consideración el Marco Normativo para la Protección y Salvaguardia del Patrimonio Cultural cuyo objetivo es promover estrategias educativas, entre otras iniciativas, que permitan la apropiación social del patrimonio cultural para prevenir el daño, el deterioro y la pérdida del mismo en la región Andina.

Fuentes:

[1] France 24. (2017). La Feria de Alasita en Bolivia, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Recuperado de: https://www.france24.com/es/20171206-la-feria-de-alasita-en-bolivia-patrimonio-inmaterial-de-la-humanidad

[2] Memoria Chile. (n/a). El pueblo aymara. Recuperado dehttps://www.dw.com/es/alasitas-un-deseo-que-se-compra/a-40305156

[[3] Vicente, D. (2017). Alasitas: un deseo que se compra. DW. Recuperado de:https://www.dw.com/es/alasitas-un-deseo-que-se-compra/a-40305156

[4] UNESCO. (n/a). Recorridos rituales en la ciudad de La Paz durante la Alasita. Recuperado dehttps://ich.unesco.org/es/RL/recorridos-rituales-en-la-ciudad-de-la-paz-durante-la-alasita-01182

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