Sobre la capital de los antioqueños
Se dice que el descubrimiento del Valle de San Bartolomé, nombre que los españoles le colocaron al actualmente conocido Valle de Aburrá, fue hecho por el teniente Jerónimo Luis Tejelo el 24 de agosto de 1541 [1]. Sin embargo, esta región ya había sido contemplada por los habitantes de otras partes del Valle, con motivo de los intereses de la población de mayor autonomía, proyectos para las futuras generaciones y sus necesidades [2]. Para el 2 de marzo de 1616 se funda el Poblado de San Lorenzo de Aburrá, la futura ciudad de Medellín. Esta región, ya estaba habitada por un resguardo de alrededor de 300 indígenas Yamesíes, Niquías, Nutabes y Aburraes, quienes para 1646 ya se habían dispersado [2].
La fundación se da por obra del licenciado don Francisco de Herrera Campuzano, Oidor de la Real Audiencia y Visitador de la Provincia de Antioquia [1]. No obstante, a lo largo de la historia ha recibido varias denominaciones: en 1671 fue la Nueva Villa del Valle de Aburrá de Nuestra Señora de la Candelaria, luego en 1675 se erigió Villa de Medellín y, finalmente, para 1813, Medellín [1]. Los pobladores fueron alrededor de 700 personas. Entre ellas dueños de haciendas, mineros y comerciantes, quienes fueron extendiendo sus casas a lo largo del Arroyo de Santa Elena hacia el Cerro de El Salvador [1]. Para 1920 y 1930, se convirtió en el principal centro industrial del país debido a que la mayor parte de las mercancías entraban y salían por el Ferrocarril de Cisneros y el Río Magdalena, vías las cuales pasan por el departamento de Antioquia [2].
El Valle de Aburrá tiene una topografía montañosa, acompañada de una abundancia en fuentes hídricas [3], lo que significaba para la población grandes dificultades para su desarrollo [2]. Las elites concentraron su atención en las actividades mercantiles. De manera que las importaciones estaban dadas por bienes de consumo y herramientas, y las exportaciones por los cultivos de café [3]. Otras actividades principales fueron la agricultura, la minería y la ganadería, todas ellas caracterizadas por ser negocios familiares. Con respecto a la educación, esta se empieza a desarrollar rápidamente en el siglo XIX [3]. Debido a esta diversidad de actividades que aportaban a la economía del lugar, este empezó un proceso de industrialización, junto con el traslado de lo rural a lo urbano.
Finalmente, hoy en día la ciudad de Medellín en el departamento de Antioquia conserva su importancia nacional como centro financiero, tecnológico y de educación. Además, es un destino turístico que llama a visitantes no solo a nivel nacional, sino internacional. Algunos de los sitios turísticos más reconocidos son el Pueblito Paisa, el Museo de Arte Moderno, el Jardín Botánico y el Centro Administrativo La Alpujarra. Dado a lo anterior, el Parlamento Andino se une al aniversario número 405, en honor a los grandes aportes de la ciudad para el país y su reconocimiento internacional.
Referencias:
[1] Bravo, J. M. (2 de noviembre de 2010). Fundación de Medellín. El Mundo.com. Recuperado de https://www.elmundo.com/portal/resultados/detalles/?idx=163920
[2] Alcaldía de Medellín. (s.f.). Datos generales de Medellín. Recuperado de https://www.medellin.gov.co/irj/portal/medellin?NavigationTarget=navurl://185c4d9506b73881fc232c683874876e
[3] Rodríguez Jiménez, P. (s.f.). Medellín: La ciudad y su gente. La Red Cultural del Banco de la República. Recuperado de https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-230/medellin-la-ciudad-y-su-gente