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La Ciudad de la Fruta y las Flores

Hace 202 años, un 12 de noviembre de 1820, la ciudad de San Juan Bautista de Ambato, actual capital de la provincia de Tungurahua, proclamó su independencia. [1] Esta urbe fue fundada por Sebastián de Benalcázar en 1535 y, desde entonces, se ha conocido con diferentes nombres como Tierrita Linda; Jardín del Ecuador; Ciudad de las Flores, Frutas y el Pan; y Cuna de los Tres Juanes: Juan Montalvo, Juan León Mera y Juan Benigno Vela, intelectuales que han dado reconocimiento a la ciudad y a la República del Ecuador [2].

La “heroica”, la “fantástica”, la Capital Romántica de América, la que con sus luces amarillas y sus murallas permite a sus visitantes situarse en medio de la historia entre Florentino Ariza y Fermina Daza en la magnífica novela “el amor en los tiempos de colera”. Cartagena, ha sido testigo de la esclavitud y el comercio, además de la llegada masiva de migrantes y su oferta gastronómica hacen de Cartagena uno de los tesoros más valorados para todos los habitantes de la costa caribe colombiana y de todos los colombianos. 

Ciencia y Desarrollo Sostenible

La ciencia ofrece soluciones para los desafíos de la vida cotidiana y ayuda a responder a los grandes misterios de la humanidad, en ese sentido, es una de las vías más importantes de acceso al conocimiento [1].

De igual forma, la ciencia establece estrategias para solucionar problemáticas como la salud pública, la seguridad alimentaria y las afectaciones producidas por el cambio climático [2]. Por ello, es necesario que los gobiernos  a nivel mundial creen sus políticas públicas basándose en información científica de calidad, así como, también es indispensable que los organismos encargados de legislar conozcan las últimas investigaciones sobre la materia en la que están legislando, para que de esta forma puedan mejorar significativamente la calidad de vida de sus ciudadanos, y a su vez, aumentar los niveles de desarrollo dentro de sus territorios [1].

No obstante, la ciencia no solo debe estar en manos de los mandatarios, puesto que  incluso los ciudadanos requieren conocer el lenguaje científico y mantenerse bien informados para poder tomar las mejores decisiones durante los periodos de crisis. En consecuencia, uno de los mayores retos para los gobiernos y para la ciencia es la reducción de la brecha del acceso a las tecnologías de la información [2].

Teniendo en cuenta lo anterior, el 1 de julio de 1999 los participantes de la Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el Siglo XXI se comprometieron a hacer todo lo posible para promover el diálogo entre la comunidad científica y la sociedad; a eliminar todas las formas de discriminación relacionadas con la educación científica y los beneficios de la ciencia; a consolidar la cultura científica y su aplicación con fines pacíficos en todo el mundo; y a fomentar la utilización del saber científico en pro del bienestar de los pueblos, de la paz y el desarrollo sostenible [3].

Más tarde, en la 31ª reunión de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) del 2001, se proclamó que cada 10 de noviembre se celebraría el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo [4]. Desde entonces, cada año se le asigna a esta celebración un enfoque diferente, este 2022 la temática es “Año Internacional de las Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible”, con la finalidad de recordar que es necesario invertir más en ciencia básica para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 [5].

El Parlamento Andino celebra este día destacando el papel de la ciencia en el desarrollo de la humanidad y dejando a consideración de los ciudadanos el Marco Normativo para el Fomento de Políticas Públicas de Ciencia, Tecnología e Innovación en la Región Andina, dentro del cual se contemplan estrategias para aplicar el conocimiento científico como herramienta para reducir las brechas de desigualdad.

Referencias

[1]UNESCO(s.f.).La ciencia al servicio de la sociedad.Recuperado de: https://es.unesco.org/themes/ciencia-al-servicio-socieda

[2] CEPAL.(2013).Semana Internacional de la Ciencia y la Paz. Recuperado de: https://www.cepal.org/fr/node/12907

[3]. UNESCO – ICSU. (1999). Declaración Sobre La Ciencia Y El Uso Del Saber Científico. Recuperado de: https://www.unilibrebaq.edu.co/unilibrebaq/Ciul/documentos/COMITE/DeclBudapest.pdf

[4] UNESCO. (2003). Actas de la Conferencia General. Resoluciones – Volumen I.  Recuperado de: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000124687_spa.page=53

[5] Naciones Unidas. (2020). Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, 10 de noviembre. Recuperado de: https://www.un.org/es/observances/world-science-day

 

Puno se sitúa en la meseta del Collao, en el sureste de la República del Perú. Es reconocido por tener el lago con el cuerpo de agua navegable más alto del mundo: el Titicaca. Entre sus principales actividades económicas se encuentran: la agricultura, ganadería, pesca, minería y artesanía. [1]

Valle de la Eterna Primavera – Abancay

Abancay, también conocido como valle de la eterna primavera, cuenta con una altitud de 2.377 metros sobre el nivel del mar, se encuentra ubicada al sureste de la República del Perú, es la capital de la provincia homónima y de la Región Apurímac [1]. 

Por una región respetuosa de la libertad de expresión

El 18 de diciembre de 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la Resolución A/RES/68/163 proclamó el 2 de noviembre como el Día Internacional para Poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas. La elección de esta fecha se dio bajo el marco del asesinato de dos periodistas franceses en Malí en 2013, por ello el objetivo de esta conmemoración es condenar todo tipo de ataques contra los trabajadores de los medios de comunicación [1].

Fundación de Oruro, Bolivia

Historia de la Alta Tierra de los Urus

La ciudad de Oruro, es la capital del departamento homónimo en el Estado Plurinacional de Bolivia, se encuentra a una altitud de 3.706 metros sobre el nivel del mar, es considerada una de las ciudades más altas del mundo y por ello, también es conocida como “La Alta Tierra de los Urus” [1].